Cardenales preparados para reunirse en el cónclave

El alimento que los cardenales tienen prohibido consumir durante el cónclave: esta es la razón

Comienza el proceso para elegir sucesor del Papa Francisco

Noelia Bertol

Arranca una de las jornadas que mayor expectación genera dentro de la Iglesias Católica: la celebración del cónclave en el que se elegirá al sucesor del Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años de edad. Un proceso cargado de cierta aura de misterio que se celebra en la Ciudad del Vaticano y en el que los cardenales se reúnen para votar al próximo líder espiritual de los católicos en todo el mundo. Días de deliberación que concluyen con la fumata blanca que supone la elección del nuevo Papa.

Mientras tanto, estos días los cardenales viven en un régimen de aislamiento en la Domus Sanctae Marthae sin acceso al exterior, visitas, prensa o dispositivos móviles, algo que recoge muy bien la película nominada al Óscar, Cónclave, en la que se señalan algunas de estas cláusulas que los cardenales están obligados a obedecer durante el tiempo que dure la celebración del cónclave.

Este aislamiento se extiende también a sus hábitos alimenticios, con un menú cuidadosamente diseñado para mantener su salud y concentración. El nutricionista italiano Giorgio Calabrese ha sido el encargado de elaborar el plan alimentario de los cardenales electores. Tal y como ha revelado a ACI Prensa, este comienza con un desayuno que incluye tostadas con miel o mermelada acompañadas de té o café.

Para el almuerzo se opta por platos ligeros pero llenos de sabor, como pueden ser pasta con tomare y albahaca fresca, risotto de verduras o legumbres y carne blanca o pescado a la plancha con verduras al vapor, evitando a toda costa las grasas saturadas. Sí podrán, no obstante, tomar vino. «El agua se bebe para hidratarse, el vino se saborea para alimentarse«, señalaba Calabrese.

Cardenales en el Vaticano
Cardenales en el Vaticano | Getty

El alimento que los cardenales tienen prohibido durante el cónclave

La alimentación de los cardenales es tan clave que incluso la mencionada película recoge varias escenas que se desarrollan en el comedor. Y a pesar de que los menús son bastante nutritivos y variados, no muchos saben que hay un alimentos concretamente que, a pesar de ser ligero y saludable, no podrán comer. Se trata de cualquier tipo de espárragos.

La razón es que este alimento tiene compuestos de azufre que hacen que, tras la digestión, el ácido asparagusico se descomponga en moléculas que causan un olor muy fuerte y característico en la orina. Dado que durante el tiempo que dura el cónclave los cardenales comparten baños, se evita este tipo de alimentos como una «cuestión de respeto mutuo en un ambiente cerrado y espiritual«, ha señalado el liturgista Nicola Bux a L’Osservatore Romano.

Tampoco se pueden tomar carnes rellenas o platos en los que se puedan esconder mensajes. Es una decisión que se determinó en el siglo XIII como método de seguridad para garantizar la transparencia en el proceso de elección.

El protocolo y las tradiciones que rodean al cónclave son estrictos y están diseñados para garantizar la seriedad y el enfoque necesario para tomar una decisión tan trascendental. La elección del nuevo Papa es un proceso que combina espiritualidad y diplomacia, y cada detalle, incluido el menú, está pensado para apoyar a los cardenales en su tarea.